23 de abril de 2012

MI LEYENDA DE SANT JORDI


Vivo en una ciudad cosmopolita dónde abunda el ruido, el gentío, el estrés y la contaminación. Pero a mi me encanta! Es fuente de inspiración. Por un lado está la inmensidad del mar que con su gama de azules y verdes me ayudan a soñar y, por el otro, la montaña, que con sus contrastes me hacen volver a la realidad. Es perfecta!

En esta montaña mágica vive un dragón que cada año a 23 de abril pide con sus rugidos su ofrenda. La ofrenda consiste en una tierna princesa que él come ferozmente para calmar su gula contenida durante el año. Representa que la princesa se planta en la montaña y un príncipe debe ir a rescatarla, sin mucha suerte hasta ahora. Todos los candidatos o no se presentan o acaban con el mismo destino.  Si la princesa no acude a la cita, el Dragón acabará con toda la población.

Yo soy princesa y este año me toca a mi. Así que he cogido mi mochila, he mirado al mar y me he dirigido hacia la montaña con decisión pensando en alguna estrategia para no acabar como mis tocayas. 
Después de mucho caminar y, cuando ya pensaba que lo del Dragón era una leyenda imaginaria, el suelo ha empezado a moverse bajo mis pies y lo que yo pensaba que era una gran roca, ha girado sobre sí mismo y ha echado el aliento sobre mi. 

-Por fin! Ya has llegado!
-Aquí estoy. Ummm... pensaba que serías más... más.... 
-Más qué???? 
-Fiero? Grande? Feroz?.

Ante mi se alzaba un viejo y cansado dragón que casi no se tenía en pie. Más que miedo me dió lástima.


-Dragón, terminemos cuanto antes. Cómeme!
-Antes quiero que sepas que no me gustan las princesas. Sois estiradas y presumidas. Quizás llegue tu príncipe a tiempo y no haga falta hacerlo. 

No me lo podía creer. El dragón no tenía prisa y yo debía aprovechar mi tiempo para no acabar devorada. Así que saqué mi e-book de la mochila y me senté al lado de mi dragón. Y empecé a charlar con él. 

-Dragón, esto de comer princesas ya no se lleva. Ahora lo "in" es lo vegetariano. Y aquí tienes muchos recursos que podrías aprovechar. Podrías hacer un huerto con diferentes productos. Mira, prueba esto.

Y le saqué una manzana que se comió en un santiamén. Parecía que le gustaba.

-Yo podría ayudarte. 

Y empecé a enseñarle libros sobre agricultura, huertos urbanos y árboles frutales. El Dragón estaba entusiasmado y al final aceptó el trato. Nos dimos la mano y ya me iba prometiéndole una pronta visita cuando apareció un Mini Cooper de color rojo con el príncipe que venía a salvarme. Se paró en seco en medio derrape y cuando iba a salir, supongo que a salvarme, le dije: 

-Anda, vamos, que aquí ya hemos terminado. Dónde está mi rosa, ehh?? 

El príncipe me miró con cara de susto, agachó la cabeza y nos alejamos de la montaña mágica en busca de la flor, símbolo de una nueva y mejor vida para todos.



2 comentarios:

  1. super divertida historia y muy actualizada. Me ha encantando.

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  2. hola coraazón¡¡ te escribo porque estoy promocionando el sorteo de mi blog, tres preciosos anillos de la firma de joyería LOTUS MENDES, valorados cada uno en 59$, te animas a participar?? mil besoss
    http://loscaprichosdediana.blogspot.com.es/2012/04/sorteo-lotus-mendes.html
    PD:Que genial historia¡¡¡

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