En la actualidad es la zona fashion de de la ciudad donde
merodean artistas, artesanos y gente bohemia. Se trata de un barrio cosmopolita
repleto de tiendas de diseño, restaurantes, museos y bares de copas de última
tendencia. La calle Argentería, arteria principal del barrio, y que debe su
nombre al antiguo gremio de joyeros, tiene varias bocacalles que la cruzan y en una de
ellas se encuentra un pequeño restaurante dónde su especialidad son las
fondues. Se llama “LA CARASSA” y
empezó su actividad en 1979. Su nombre es posible que venga porque justo en el
otro extremo de la calle, donde se cruza con la C/ Mirallers, se puede observar
la cara de una mujer tallada en piedra (pesa más de 100 Kg., dicen). Según
cuentan, en esta calle antiguamente había un prostíbulo y colocaron esta
figura para que la gente que no supiera leer pudiera encontrarlo fàcilmente.
figura para que la gente que no supiera leer pudiera encontrarlo fàcilmente.
El restaurante es pequeño pero con mucho encanto.
Decorado al estilo más barroco podrás disfrutar de la intimidad que os ofrece
este lugar compartiendo una buena fondue o raclette. Su carta tiene varias
fondues: de quesos suizos, de carne, de verduras, de marisco, de chocolate…
además de sabrosas ensaladas. Sólo hacen cenas con dos horarios disponibles: a
les 21h o a las 23h (entre semana creo que se puede ir cuando quieras). Por
cierto, los domingos cierran. Imprescindible reservar.
Nosotros cuando fuimos tomamos la fondue de quesos
suizos. Iba acompañada de frutas (manzana, plátano, piña y fresas) y pan.
Estaba deliciosa pero, en mi opinión, algo escasa (aunque hay que tener en
cuenta que soy de buen comer). De postre nos tomamos una Copa Don Pedro (con el
secreto de la cocinera) que estaba de vicio! Botella de tinto y café. Los
chupitos los pusieron ellos (crema de orujo) y dejaron la botella en la mesa
por si queríamos repetir. Todo en un ambiente tranquilo, acogedor y bien
atendidos. Nos atendieron dos chicos que eran encantadores y que se deshacían
en atenciones hacia los comensales. Desbordaban simpatía y profesionalidad.
El resultado fue una cena romántica por 98€; algo caro pero vale la pena por lo
especial que es. Tuvieron el detalle de darnos un vale que sirve para una
botella de vino si vas a cenar entre semana. Al salir es un placer callejear
por los alrededores y hay un montón de sitos dónde hacer una parada a tomarse
un combinado o un mojito si se desea.
Imprescindible para los amantes de las buenas fondues y
lo barroco.
LA CARASSA
C/ Brosolí, 1
T. 93 310 33 06 / 652 208 394
Conozco el sitio y estoy totalmente de acuerdo con la descripción, aunque reconozco que no lo hubiera hecho tan brillantemente. Es una sitio que auna calidad gastronómica con un sitio acogedor y único.
ResponderEliminar@MABM
ResponderEliminarSí, es un sitio para repetir, desde luego. La próxima vez probaré la fondue de carne y de postre una copa Don Pedro. Me encantó el postre! Mmmmm! Ah! Y el chupito... qué bueno estaba! Volveré pronto...